Shad Bikes

Un pinchazo en la rueda trasera de la bici es, probablemente, uno de esos imprevistos que todos los ciclistas acaban enfrentando tarde o temprano. Ya sea que vayas de paseo por el parque o en plena ruta por la montaña, encontrarte con la rueda trasera desinflada puede ser un fastidio, pero, con un poco de práctica, no tiene por qué convertirse en un drama. 

Básicamente, un pinchazo ocurre cuando algo perfora la cámara de aire o la cubierta, lo que hace que pierdas presión y, por supuesto, que pedalear sea casi imposible.

Cómo saber si tienes un pinchazo

Identificar que tienes un pinchazo en la rueda trasera no siempre es tan obvio como podría parecer. Aquí van algunas pistas claras para que lo confirmes:

  1. La rueda se desinfla rápidamente: este es el síntoma más típico. Puede que incluso escuches ese desagradable "pssssss" que no deja lugar a dudas.

  2. La bici se siente rara al rodar: si notas que al pedalear la parte trasera parece más inestable, especialmente en curvas, lo mejor es que pares a revisar.

  3. La rueda se ve "chafada": una rueda con un pinchazo suele estar visiblemente más plana. Si la tocas con la mano, notarás enseguida que no tiene aire suficiente.

  4. Pedalear cuesta más: otro síntoma típico es que avanzar te resulte mucho más pesado. Esto suele pasar porque la rueda trasera no está girando como debería.

Por qué la rueda trasera es la que más sufre

Si lo piensas, tiene sentido que la rueda trasera sea más propensa a los pinchazos. Para empezar, es la que soporta la mayor parte del peso del ciclista. Además, al ser la rueda que impulsa la bici, tiene más contacto con el terreno y, por tanto, más posibilidades de encontrarse con objetos punzantes como piedras, cristales o espinas.

Por qué es importante arreglar el pinchazo cuanto antes

Seguir rodando con la rueda trasera pinchada no es buena idea. No solo puede dañar la llanta o la cubierta, sino que también pone en riesgo tu seguridad. Una rueda trasera sin presión hace que pierdas estabilidad, y manejar la bici en esas condiciones puede ser complicado, por no decir peligroso. Lo mejor es pararte y solucionarlo en el momento, o al menos improvisar un arreglo temporal si estás en medio de una ruta. Para solucionarlo al momento, te recomendamos llevar encima una de estas tres opciones:

Y, por si necesitas avisar a alguien, nunca está de más llevas un soporte para móvil de bicicleta.

Causas comunes de un pinchazo en la rueda trasera de una bicicleta

Los pinchazos en la rueda trasera de la bici son tan habituales que casi se podría decir que son parte del "pack" de ser ciclista. Pero ¿por qué pasa esto? Entender las razones te ayudará a prevenir más de uno y a estar preparado para cuando sucedan.

Objetos punzantes

Sin duda, los cristales, clavos, piedras o espinas son los culpables más comunes. Basta con que un pequeño objeto afilado esté en tu camino para que la cámara o la cubierta se perforen y termines con la rueda trasera desinflada. Esto es especialmente frecuente en rutas de montaña, caminos rurales o incluso en ciudad, si no tienes cuidado por dónde pasas.

¿Un truco de Shad Bikes? Echa un vistazo al suelo de vez en cuando, sobre todo si estás rodando por terrenos menos cuidados. Y si quieres estar aún más protegido, invierte en cubiertas antipinchazos; te sorprenderá lo efectivas que son.

Presión de las ruedas

Otro motivo bastante común es llevar la presión de las ruedas incorrecta. Si la presión está baja, la cámara puede pellizcarse contra la llanta al pasar por un bache o bordillo, lo que suele acabar en un bonito pinchazo. Si está demasiado alta, la cubierta pierde flexibilidad y no absorbe bien los impactos, dejando la cámara más expuesta.

Desgaste

Las cubiertas y cámaras no son eternas, y con el uso, empiezan a mostrar signos de desgaste. Si la cubierta está lisa o tiene grietas, o si la cámara tiene demasiados parches, no hace falta ser adivino para saber que el próximo pinchazo está al caer.

Montaje incorrecto

Aunque no lo parezca, un mal montaje también puede jugarte una mala pasada. Si pellizcas la cámara al montarla o no ajustas bien la cubierta, el resultado puede ser un pinchazo antes de que termines de inflar la rueda.

Cómo reparar un pinchazo en la rueda trasera de una bicicleta

Arreglar un pinchazo en la rueda trasera de tu bici puede parecer un rollo, pero no te preocupes, es más fácil de lo que parece. Con las herramientas adecuadas y algo de paciencia, lo tendrás listo en un rato. Aquí tienes los pasos explicados de forma sencilla para que vuelvas a rodar lo antes posible.

Prepara todo antes de empezar

Lo primero es asegurarte de que tienes a mano lo necesario. Esto es lo básico que vas a necesitar:

  • Un kit de reparación (parches, pegamento y lija).

  • Una bomba de aire o inflador portátil.

  • Desmontables (esas pequeñas palancas de plástico para quitar la cubierta).

  • Si lo prefieres, una cámara nueva.

Cómo quitar la rueda trasera

La rueda trasera puede intimidar un poco al principio, porque está conectada a la cadena, pero no es nada del otro mundo. Haz esto:

  1. Afloja los frenos: si tu bici tiene frenos de zapata, suelta el cable para que la rueda salga fácil. Si llevas frenos de disco, ni te preocupes por esto.

  2. Pon la marcha más baja: cambia al piñón más pequeño para que la cadena quede más floja.

  3. Saca la rueda: si tienes un cierre rápido, ábrelo; si no, utiliza una llave para soltarla. La cadena se quedará colgando, es normal.

Encuentra el pinchazo

Ahora toca localizar el problema. Con la rueda fuera, sigue estos pasos:

  1. Mira bien la cubierta: busca clavos, cristales o cualquier cosa clavada. Sácalo con cuidado si lo encuentras.

  2. Infla un poco la cámara: si no ves el agujero, escucha con atención para detectar el aire saliendo. Si tienes agua cerca, pon un poco sobre la cámara y busca burbujas.

Repara la cámara

Este paso es el corazón del asunto, pero no te preocupes, es pan comido:

  1. Lija la zona del pinchazo: suaviza el área alrededor del agujero para que el pegamento agarre bien.

  2. Pon el pegamento: aplica una capa fina en la zona y espera un par de minutos a que se vuelva pegajoso.

  3. Coloca el parche: presiónalo bien y asegúrate de que no se despega.

Monta de nuevo la rueda trasera

Con el pinchazo solucionado, toca volver a poner la rueda. Sigue estos pasos:

  1. Coloca la rueda: encájala en su sitio asegurándote de que la cadena queda bien en el piñón.

  2. Aprieta el cierre o los tornillos: ajusta bien la rueda para que quede recta.

  3. Revisa los frenos: vuelve a conectar los frenos y comprueba que todo funciona como debería.

Infla y haz una última comprobación

Infla la rueda trasera a la presión recomendada (lo pone en el lateral de la cubierta) y da unas vueltas a la rueda para asegurarte de que todo está bien. Si no escuchas fugas ni notas nada raro, ¡misión cumplida!

Conclusión

Un pinchazo en la rueda trasera de tu bici puede parecer un fastidio enorme, pero en realidad es solo parte de la aventura de ser ciclista. A todos nos pasa, y lo bueno es que, con un poco de práctica y preparación, arreglarlo no tiene mayor complicación. Lo importante es saber cómo actuar, tanto para solucionarlo como para prevenir que ocurra con tanta frecuencia.

Tener un pinchazo no debería quitarte las ganas de salir a pedalear. Al contrario, enfrentarte a estas situaciones y resolverlas te hará ganar confianza y disfrutar más de la experiencia. Al final, el ciclismo no se trata solo de llegar a destino, sino de todo lo que pasa por el camino, incluso esos momentos en los que tienes que pararte a inflar una rueda o poner un parche. O, al menos, así es cómo lo vemos desde Shad Bikes, tus especialistas en accesorios para bicicleta.

Así que ya lo sabes: estar preparado y mantener tu bici en buen estado es la mejor manera de disfrutar al máximo cada salida. Los pinchazos, por molestos que sean, son solo un pequeño bache en el camino. Lo importante es no dejar que te frenen. Sal, pedalea y disfruta de todo lo que te ofrece el ciclismo. Y si alguna vez te toca lidiar con un pinchazo en la rueda trasera, ya sabes cómo resolverlo.

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